Si tienes una pequeña cocina lo mejor es que optimices el espacio y la distribución para ganar unos centímetros.
La primera buena decisión para ganar espacio en una cocina pequeña es apostar por la versión integrable de electrodomésticos como el microondas o la cafetera, ya que la versión tradicional de estos aparatos ocupa bastante espacio. Puedes instalar tu microondas en columna o al lado de un horno, y la combinación de los aparatos dará un toque muy elegante a la estancia. En una cocina pequeña también se puede disfrutar de todas las prestaciones gracias a los electrodomésticos compactos y multifuncionales.
Es el caso de los hornos compactos, como por ejemplo el modelo iQ700 con función microondas de Siemens, que ofrece muchas posibilidades en cuanto a métodos de cocción. Las placas modulares también son perfectas si tienes poco espacio en la cocina, y está disponible tanto para inducción como para gas. En cuanto al lavavajillas, con el modelo de 45 centímetros, aprovecha al máximo el espacio eligiendo uno con capacidad de lavar hasta 10 servicios. Su reducido tamaño no evita que tenga una gran capacidad.
La placa de extracción puede ocupar mucho espacio si tu cocina es pequeña, así que siempre puedes optar por una placa con extractor integrado. La fusión entre placa y extractor es una opción excelente. Otra de las claves reside en escoger correctamente los muebles. ¿Por qué no incluir en un mueble una mesa de office extraíble? Estas mesas son un elemento muy útil en cocinas pequeñas y puedes sacarle muchísimo partido. Las mesas office extraíbles son ideales para un desayuno o comida rápida, y para ganar una superficie de apoyo. Saca el máximo partido a tu pequeña cocina con estos trucos.
En este post te damos las claves para que aciertes a la hora de poner luz a este importante espacio de tu hogar
La iluminación es un factor muy importante en tu cocina, ¿por qué? Ya te imaginarás que no es lo mismo iluminar la zona de preparación de los ingredientes, que la destinada a secar los instrumentos de cocina. Por eso, es importante dividir el espacio en función del uso que le vas a dar.
¿Qué aspectos debes tener en cuenta a la hora de planificar la luz? En primer lugar, en las zonas de trabajo como la encimera, el fregadero o la placa, lo mejor es aplicar luz fría. Se llama luz fría a la iluminación con temperatura entre 4.500 y 6.000 grados Kelvin. La tonalidad de la luz fría es ideal para poder ver con precisión, lo que te facilitará las cosas a la hora de trabajar con alimentos. No ocurre lo mismo con la iluminación de la mesa donde te sientas a comer. En este caso, lo mejor es optimizar la entrada de luz natural, pero si no tienes mucha luz natural, opta por incorporar luz cálida, con temperaturas por debajo de los 3.500 grados Kelvin. Un consejo para conseguir un efecto cálido en este espacio, es optar por poner una o varias lámparas de techo, pero ten en cuenta que deben colocarse a la altura adecuada para que la luz no deslumbre a los comensales.
Cuando pienses en cómo iluminarás tu cocina, no olvides tener en cuenta la iluminación general. En este caso, la iluminación debe ser uniforme y distribuirse por toda la estancia. Para crear una óptima iluminación general de tu cocina, puedes situar unos focos empotrados en el techo, aunque en este caso, recuerda distribuirlos de manera adecuada, tratando de que haya al menos un foco por cada metro cuadrado. Ten en cuenta que sii los eliges con abertura focal de, al menos, 60º, conseguirás que la luz llegue a muchos más rincones de la cocina.
También puedes apostar por los conocidos como downlights. Se trata de unos focos que se diferencian de los focos tradicionales en que cuentan con una abertura focal de 120º, lo que hace que la luz tenga un alcanza aún más amplio. Si va a ser tu opción, recuerda situarlos en lugares alejados de la pared, para aprovechar al máximo su potencial. ¿Y si quieres cambiar la intensidad según el momento? En ese caso puedes jugar con la intensidad y la tonalidad de la luz, cambiando su intensidad en función de la entrada de luz natural.
Es muy importante cuidar tu aire acondicionado para optimizar el consumo y que funcione correctamente. Los filtros están fabricados normalmente de nylon y son la primera barrera protectora de los equipos de aire acondicionado. Es muy común que con el paso del tiempo, las partículas en suspensión del aire se acumulen en los filtros, así que la limpieza es necesaria para mejorar la calidad del aire.
Para limpiar los filtros en un aparato de aire acondicionado split, la tarea es sencilla. En primer lugar, tienes que desmontar los filtros tal y como indican las instrucciones de tu aire acondicionado, y enjuagarlos con agua templada.
Puedes frotarlos ligeramente con las manos para desprender la suciedad más resistente, utilizar un jabón blando e incluso utilizar un cepillo suave. Lo que nunca debes utilizar son productos abrasivos porque se podrían estropear, ni tampoco un cepillo de cerdas duras que podría producir agujeros. Una vez limpios, déjalos secar al aire hasta que estén totalmente secos y seguidamente colócalos de nuevo en el aire acondicionado.
Si no sabes dónde están ubicados los filtros, basta con levantar con cuidado la parte frontal del split para localizarlos.
En el caso de los filtros del aire acondicionado por conductos están ubicados en la parte trasera de la unidad. Para desmontar estos filtros deberemos levantar una parte del techo y desmontarlo de la unidad. La limpieza se realiza de la misma manera que en los filtros de aire acondicionado split.
Algunas unidades de aire acondicionado por conductos, disponen de unos filtros que no están fabricados en nylon y por lo tanto no son lavables. En este caso, la única medida posible es la sustitución por filtros nuevos. Lo cierto es que muy rara vez es necesario limpiar los conductos de un aire acondicionado doméstico ya que están fabricados con doble lámina de aluminio en la parte interna y externa, por lo que es difícil que se ensucien.
Un televisor es un producto caro y difícil de reemplazar si nos damos cuenta de que sus funcionalidades no son las que necesitamos. En nuestra guía de compra te contamos cuáles son los aspectos básicos que debes tener en cuenta al elegir
Cómo elegir el tamaño ideal Dejando a un lado los problemas de mobiliario y obstáculos físicos, el primer criterio en el que fijarse a la hora de elegir un televisor es el tamaño de la pantalla. En España, los dos tamaños más vendidos son los de 32” y 43”. El número de pulgadas indica la longitud de la diagonal de la pantalla: una 1” (pulgada) equivale a 2.54cm. Así, un televisor de 32” tiene una diagonal de pantalla de 81 cm y uno de 60”, de algo más de metro y medio. Las pantallas exigen una distancia mínima de visionado. Nuestra recomendación es que la separación entre su sofá y la tele sea en torno a tres veces la medida de la diagonal de pantalla. Pero, como en otras muchas cosas, la percepción es subjetiva. Por ejemplo, en el cine, que hay gente que prefiere las primeras filas y gente que prefiere las últimas. También podrá reducir esta distancia si escoge televisores de gran resolución, que cuentan con mayor nivel de detalle. Así, una televisión 4K puede reducir a más de la mitad la distancia necesaria frente a uno Full-HD.
¿Qué tipo de pantalla es mejor? Aunque el plasma supuso una revolución, poco a poco ha ido despareciendo y, hoy en día, es difícil encontrar en el mercado modelos con paneles de plasma. La gran mayoría de las televisiones llevan paneles LCD (Pantalla de Cristal Líquido). No se deje influir por la publicidad de los fabricantes (QLED, MicroLED, Nano Cell, etc.), pues no dejan de ser variantes de la tradicional tecnología LCD. En cuanto a la tecnología OLED, sí supone una mejora radical en la calidad de imagen, eso sí acompañada de un aumento significativo en el precio del televisor. Estas pantallas, que utilizan un diodo para cada píxel, destacan por sus pocos reflejos, sus excelentes colores y por verse bien desde distintos ángulos.
Resolución de pantalla: Full HD, Ultra HD, 4K o 8K
Estos términos hacen referencia a la resolución de la pantalla, que es el número de píxeles que puede mostrar y que se expresa a través de la resolución horizontal (número de líneas verticales) y de la resolución vertical (número de líneas horizontales), separadas por “x”. De esta manera, un televisor Full HD es un televisor con una resolución 1.920 x 1.080 (resolución horizontal x resolución vertical) y un televisor Ultra HD, una resolución 3.840 x 2.160 píxeles, también llamados 4K entre los fabricantes de televisores como argumento de ventas. Técnicamente, el término 4K se refiere a una resolución horizontal de 4.096 píxeles, establecida por Digital Cinema Initiatives (DCI), sin especificar la resolución vertical. Esta diferencia casi inapreciable (3.840 frente a 4.096) ha hecho que el término 4K se popularice. La inexactitud se repite también en el formato 8K Ultra HD (7.680 x 4.320), que tiene el doble de píxeles horizontales que los 4K, pero sin llegar a los 8.192 píxeles definidos por DCI.
¿Qué me ofrece una tele con Smart TV? La forma de ver la televisión ha cambiado en los últimos años, y todo gracias a internet. Ya no nos conformamos con ver lo que los canales tradicionales nos quieran ofrecer y cuando ellos decidan, sino que queremos ver lo que nos apetece y de forma inmediata. De ahí, el éxito de la Smart TV, la televisión conectada a internet.
La Smart TV nos da acceso a una gran cantidad de contenidos que no nos proporcionan los canales tradicionales. Aparte de la TV a la carta, los contenidos audiovisuales más demandados son las películas y las series extranjeras, la música y la radio on line. La disponibilidad de aplicaciones depende de los acuerdos de cada una de las marcas con los distintos proveedores de contenidos. Por eso, aunque en todos los modelos hay ciertas aplicaciones básicas como, por ejemplo, YouTube, Facebook, Flickr, Twitter, nuestro consejo es que consultes las páginas web de cada marca y compruebes el catálogo disponible.
Conexiones del panel de trasero de untelevisor Para conectar tu Smart TV a internet puedes usar un cable que conecte el router y el televisor. Pero, si no tienes instalado un aparato al lado del otro, valora si te interesa un televisor con conexión wifi. También debes comprobar, si está integrado en el televisor, porque algunos modelos necesitan un adaptador (que no está incluido en el precio del televisor) que se conecta a uno de los puertos USB. La compatibilidad con Wifi Direct hace posible crear un enlace directo entre dispositivos punto a punto, es decir, sin pasar por el router. Para ello, tanto el televisor como el otro dispositivo (smartphone, tableta…) deben ser compatibles con Wifi Direct. Respecto a las conexiones HDMI para poder conectar consolas de videojuegos, reproductores Blu-ray o cualquier tipo de dispositivo multimedia externo, cuantas más mejor. Los modelos más básicos incluyen al menos dos. Algunos accesorios imprescindibles La disponibilidad de Skype, con el que es posible realizar videollamadas a través de la red, está presente en muchos modelos. Pero no incluyen de manera integrada el micrófono y la cámara necesarios para realizar las videollamadas en el propio televisor. Aunque es posible adquirirlos e instalarlos en todos los modelos que integran Skype. Si vas a utilizar a menudo esta funcionalidad, quizás te interese un modelo con los accesorios ya integrados. Interactuar con las aplicaciones y manejar las nuevas funciones suele ser complicado con el mando a distancia tradicional, por eso es importante que el Smart TV cuente con algún método alternativo de control como, por ejemplo, un segundo mando a distancia, un teclado, el control gestual o por voz o la posibilidad de controlar el televisor desde una app instalada en el Smartphone.